
La escritora nicaragüense Gioconda Belli nos acompañó el miércoles, 14 de septiembre, abriendo con ello un ciclo literario de charlas programadas por la Generalitat Valenciana en Villa Amparo, Casa de poetas, la que fuera residencia de Antonio Machado en Rocafort. Colaboran en su gestión el servicio público y gubernamental, Llegim, llegim, llegim, Pacte, el Ayuntamiento de Rocafort y el Consejo Sectorial Rocafort Ciudad Machadiana.

Gioconda Belli es una de las voces más conocidas y destacadas de la literatura hispanoamericana contemporánea. Una autora que vive su compromiso, tanto en prosa como en verso, con Nicaragua, con la literatura y el feminismo asumidos como lucha y pensamiento colectivos.

Su presencia emocionó a un nutrido público asistente al acto presentado por el alcalde de Rocafort, Rafa Ferrando, y la directora general de cultura y patrimonio de la Generalitat valenciana, Carmen Amoraga, que dieron la bienvenida a la escritora y las gracias a todos los colaboradores y asistentes al acto.



A continuación, la periodista Àngels Gregori, poeta también y miembro de la Academia Valenciana de Cultura, entrevistó a G. Belli desgranando algunos de los aspectos de la biografía de la escritora que se declara luchadora contra la dictadura de Somoza en Nicaragua y exiliada por estar en contra del mismo sandinismo que derrotó a Somoza y que hoy ha vuelto a convertirse en otra dictadura, esta vez representada por Daniel Ortega.


Entre los poemas leídos por la poeta escogió uno que dijo que le acercaba a la figura de A. Machado porque habla del exilio y la derrota.
QUÉ SOS NICARAGUA?
¿Qué sos
Sino un triangulito de tierra
Perdido en la mitad del mundo?
¿Qué sos
Sino un vuelo de pájaros
Guardabarrancos
Cenzontles
Colibríes?
¿Qué sos
Sino un ruido de ríos
Llevándose las piedras pulidas y brillantes,
Dejando pisadas de agua por los montes?
¿Qué sos
Sino pechos de mujer hechos de tierra,
Lisos, puntudos y amenazantes?
¿Qué sos
Sino cantar de hojas en árboles gigantes
Verdes, enmarañados y llenos de palomas?
¿Qué sos
Sino dolor y polvo y gritos en la tarde,
—Gritos de mujeres, como de parto—?
¿Qué sos
Sino puño crispado y bala en boca?
¿Qué sos, Nicaragua
Para dolerme tanto?
Confesó ser amiga de Salman Rushdie, otro maldito por el odio y la violencia de quien ignora la libertad de expresión. Antes del atentado que sufrió hace escasas fechas, Rushdie le envió a la poeta su último libro aún inédito.
Siempre desde el compromiso por un mundo mejor, Gioconda recita Los Porteadores de sueños cuyo final dice así:
Dicen que la tierra, después de parirlos,
desencadenó un cielo de arco iris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto,
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las profecías.

La autora de La mujer habitada, desde ese compromiso político y feminista, denuncia la explotación y la violencia contra la mujer y reivindica para ella un papel de respeto e igualdad. Esta lucha por sus derechos es, para la autora, la revolución más importante de los últimos cien años. Como representativos de este eje temático, leyó dos poemas:
SI ERES UNA MUJER FUERTE
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuídate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
Y con un lenguaje cercano, nada impostado, reivindica su condición de mujer con ternura y una infinita delicadeza.
EL HOMBRE QUE ME AME
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer la que anida en mí,
la golondrina
transparente de la ternura.
II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.
IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetara la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.
V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca para descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
VI
El hombre que me ame
hará poesía con nuestra vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.
VII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en trinchera,
rodilla en tierra, me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
VIII
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento,
en una plaza publica llena de multitudes
podrá gritar: te amo
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
IX
El amor de mi hombre
no querrá rotularme o etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.
X
Y yo a cambio le daré a mi hombre
reposo, en sus guerras,
y, en sus marejadas, calma,
le pondré sonrisas a sus enfados
y mi regazo será su cuna en sus silencios,
seré siempre su escalera firme,
cuando quiera subir al paraíso,
y no podrá jamás contar mis besos
porque serán eternos en mis labios
para él.
Gracias por tu presencia, Gioconda 📚✍🏻
