Manuel Vilas en Villa Amparo (Rocafort)

Manuel Vilas Vidal, nacido en Barbastro (Huesca) en 1962 es novelista, ensyista y poeta. Ha sido galardonado con el Premio de poesía Generación del 27, Premio de las Letras Argonesas, finalista del Premio Planeta en 2019 por su novela Alegría y el Fermina Etranger por su novela más conocida y vendida, Ordesa (2018).

Entrevista de Manolo Gil a Manuel Vilas

En la entrevista del miércoles 9 de noviembre de 2020 en Villa Amparo, Manuel Vilas fue contando cómo su pasión por la literatura es posterior a su pasión por la música, ya que, cuando vivía en Barbastro, había una tienda de discos y tanto él como los amigos estaban fascinados por el escaparate en el que aparecía las portadas de los discos de Lou Reed. Fue su primera visión hipnótica de la vida. A la vez, le fascinaba la vida del músico y leer a Rimbaud y a Walt Whitman.

Se define como trabajador de la literatura en general que comienza como poeta y prosigue como narrador, aunque piensa que todo forma parte de la misma pulsión por comunicar.

El tema de la materia, de los objetos materiales, están en todos sus libros y lo ilustra con la lectura de un poema sobre el coche familiar, que recuerda con profunda ironía y ternura.

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Adiós, hermano mío, la grúa fúnebre te conduce
al infierno del desguace.
Majestuoso, vas hacia la destrucción subido
en una grúa roja,
como si fueses Luis XVI camino de la guillotina,
y yo detrás.
Pareces un rey.
Soy el único que ha venido a tu entierro.

Te he querido.
Rezo por ti un padrenuestro y un avemaría.
Rezo por ti y me conmuevo.
Eras el mejor.
Y lo que vivimos juntos, y las ciudades que pisamos,
y las carreteras secundarias y los pueblos
y los mares que vimos,
y los párquings subterráneos y los túneles helados
de las carreteras de montaña, con afiladas
estalactitas a la entrada,
amenazando nuestra milagrosa inocencia,
y los mendigos en las avenidas,
pidiendo en los semáforos en rojo,
y lo que nos amamos en la oscuridad de las autopistas,
fundidos en un solo ser: confundida tu carne con mi chapa.
Me salvaste de la lluvia ácida y de la nieve sin ángeles.
Con tu aire acondicionado, que está intacto
después de doce años, impediste
que me quemara vivo en los veranos españoles.
Ese aire frío que me subía por la pierna, ay.
Y eras blanco,
porque la santidad y el amor industrial y la velocidad son blancos.
Y cómo me gustaba tocarte las marchas,
y cómo te ponía la quinta, eh, y qué caña te metías,
narciso, que eras un narciso.

Y ahora todo ha acabado.

Doscientos sesenta y ocho mil kilómetros hemos estado juntos.
Fuimos felices.
Fuimos grandes y definitivos.
Te doy un beso delante del chatarrero
y de un negro
que lleva un chorreante radiador en una mano.
Te he amado más que a mis amantes,
más que a mi perro;

casi tanto, pero no tanto, eh, como al dinero.

Bueno, no te enfades,
tú también fuiste dinero,
y aún lo eres,
y yo también soy dinero.

Perdona que te humille haciendo recaer
sobre tu hermosa tapicería,
sobre tus ruedas, manguitos
y válvulas que han gloriosamente ardido,
la miseria de España:
el plan Prever, 400 euros sociales
(¿os molesta que hable de dinero o de tan poco dinero?),
para la clase media,
que ama la limosna.

Tú, que fuiste mi libertad, que me llevaste cerca del paraíso;
tú, que me hablabas por las noches y me decías
«hermano, qué bien conduces; hermano,
eres el mejor de los hombres» .

En su poesía, desborda la alegría, el juego irónico, el vitalismo existencial pero, al final, siempre hay un incisión moral, como en este poema:

Amor

Una mañana Manuel Vilas sacó todo su dinero de los bancos.

Fue a las cajas de ahorro, fue a las compañías de seguros,
vendió su coche, anuló su plan de pensiones,
se lo llevó todo en efectivo, un buen fajo de billetes calientes.

Qué bien, dijo, qué fuerte,
y todos los empleados y los directores querían disuadirle
pero Vilas tenía unas ganas infinitas de pasarlo bien.

Y luego se fue a ver enfermos,
a ver emigrantes, incluso se fue a las cárceles.

Quería ser un santo espectacular, tenía esa marcha,
tenía esa gran ilusión.
Quería ser Cristo, Lenin, San Pablo,
quería ir más allá del orden, de la naturaleza y de la vida.

Recorrió la ciudad de Zaragoza repartiendo dinero.
En Conde de Aranda, dío mil euros a tres árabes,
que le besaron los pies, y las manos y se arrodillaron.

En el barrio de Delicias, en la calle Barcelona,
dio trescientos euros a una negra africana,
y ella quería comerle el sexo al buen Vilas,
pero Vilas dijo hoy soy San Vilas,
consérvate para tu marido, él te necesita,
y yo os bendigo; anda, nena, ve en paz.

Y Vilas se echó a reir.

Fuego, qué fuego más grande,
y siguió repartiendo, a una vieja china
de un todo cien le dio seiscientos euros,
y la vieja le hizo una foto de diez millones de megapixels
y la amplió y la enmarcó y la colgó
en mitad de su tienda con dos velas debajo.
A un vendedor de La Farola, ese periódico
de los pobres, le dio ochocientos euros.
Y el vendedor se echó a llorar y ardía
como una vela en mitad de las catedrales antiguas.

Vilas quería ser un santo, tenía esa marcha.
Toda la mañana y toda la tarde estuvo quemando su dinero.
Miró la atmósfera y se estaban abriendo los palacios celestiales.
Estaba enamorado de sus semejantes.
Nunca vimos a nadie tan enamorado.

El autor deleitó al público con la lectura de un poema maravilloso de crítica social Mujeres, y también sobre la alegría, Ejército coronado de alegría, sobre los errores vitales, Bernini y Borromini, sobre la conciencia de clase, Capitalismo, sobre el acto de vivir como una elección, Inmaduro, sobre la forma de crear un arma contra el olvido dedicado a su madre que cada día lo llamaba hasta que nunca más volvió a aparecer su número de móvil en la pantalla 974310439

Mujeres

No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillaje y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que dan a patios de luces. Sonríen las mujeres, como si la vida fuese buena. En muchos países las lapidan. En otros las violan. En el nuestro las maltratan hasta morir. Trabajan fuera de casa, y trabajan en casa, y trabajan en las pescaderías o en las fábricas o en las panaderías o en los bares o en los bingos. No sabemos en qué piensan cuando mueren a manos de los hombres.

El inmaduro

 Me pasa siempre, y duele, y confunde. Debe ser algo relacionado con la desesperación de vivir. Si estoy en Barcelona, me gustaría estar en Madrid. Si estoy en Zaragoza, me gustaría estar en La Coruña. Si estoy en La Coruña, me gustaría estar en la cima del Aneto, comiendo setas venenosas bajo el cielo helado. Si voy al cine, en mitad de la película me entran unas ganas revolucionarias de estar en mi casa viendo la televisión. Si estoy sentado en el sofá viendo la televisión, me gustaría estar muerto y enterrado en el cementerio, contando los días que faltasen para la resurrección de la carne. Todo me persigue, ciudades, cines, casas, cementerios. Si estoy con amigos, preferiría estar con amigas. Si estoy con amigas, me gustaría estar con enemigas. Si estoy con enemigas, me gustaría estar en casa durmiendo la siesta. Si me compro unos zapatos con cordones, en que salgo de la tienda y ando por la calle empiezo a envidiar a todos aquellos que llevan zapatos sin cordones. Y también me pasa con las camisas, las cazadoras, los pijamas, y las sandalias en el verano. Y también con las vidas: Si me pienso abogado, preferiría ser médico. Si médico, sacerdote. Si sacerdote, hombre casado y con siete hijos. Si casado, soltero. Si soltero, viudo muy apenado. Si viudo, monje. Si monje, matador de toros. Estés donde estés, no has acertado por completo. Siempre hay algo más barato y mejor por ahí. Siempre hay vistas desconocidas en el acantilado de la vida. Me está matando esto de vivir una sola vida. La gran muerte de vivir en una sola forma.

Gracias a Manuel Vilas por una velada entrañable, alegre y emocionante.

📚✍🏻 Rocafort, Ciudad Machadiana



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La actriz Mercedes Sampietro en Villa Amparo

Ayer, 28 de octubre de 2022, nos visitó Mercedes Sampietro en Villa Amparo, la casa de los poetas de Rocafort. M. Sampietro, nacida en Barcelona, es una reconocida actriz de cine, teatro, televisión y doblaje. Entre sus premios artísticos, están la Concha de Plata de San Sebastián y el premio Goya a la mejor actriz protagonista y, entre sus películas más conocidas, destacan Lugares Comunes, del director Adolfo Aristarain, y Gary Cooper que estás en los cielos, bajo la dirección de Pilar Miró.


Acompañada del joven violonchelista Àlex Salabert, nos obsequiaron con la lectura de poemas de Francisco Brines y Antonio Machado.

Francisco Brines, poeta nacido en Oliva (València) y fallecido en 2021, fue galardonado con el premio nacional de las Letras Españolas o el premio Cervantes, entre otros.
Sampietro recitó con maestría algunos de sus poemas más conocidos, como Con quién haré el amor, Ardimos en el bosque, El más hermoso territorio, El porqué de las palabras y Mi resumen.

Con quién haré el amor

En este vaso de ginebra, bebo
los tapiados minutos de la noche,
la aridez de la música y el ácido
deseo de la carne. Solo existe,
donde el hielo se ausenta, cristalino
licor y miedo de la soledad.
Esta noche, no habrá la mercenaria
compañía ni gestos de aparente
calor en un tibio deseo. Lejos
está mi casa hoy, llegaré a ella
en la desierta luz de madrugada,
desnudaré mi cuerpo y en las sombras
he de yacer con el estéril tiempo.

Vuelve la hora feliz. Y es que no hay nada
sino la luz que cae en la ciudad
antes de irse la tarde,
el silencio en la casa y, sin pasado
ni tampoco futuro, yo.
Mi carne, que ha vivido en el tiempo
y lo sabe en cenizas, no ha ardido aún
hasta la consunción de la propia ceniza,
y estoy en paz con todo lo que olvido
y agradezco olvidar.
En paz también con todo lo que amé
y que quiero olvidado.

Volvió la hora feliz.
Que arribe al menos
al puerto iluminado de la noche.

Prosiguió la reconocida actriz con la lectura de poemas de Antonio Machado como Sonetos escritos en una noche de bombardeo, Tierras de Soria, Amanecer en Valencia, La guerra, Otra vez el ayer, A otro conde don Julián, Meditación del día, Tarjetas postales infantiles, El crimen fue en Granada, A un olmo seco, El mañana efímero y Retrato.

AMANECER EN VALENCIA (Desde una torre, Villa Amparo)


Estas rachas de marzo, en los desvanes
–hacia la mar– del tiempo; la paloma
de pluma tornasol, los tulipanes
gigantes del jardín, y el sol que asoma, 
bola de fuego entre dorada bruma, 
a iluminar la tierra valentina… 
¡Hervor de leche y plata, añil y espuma, 
y velas blancas en la mar latina! 
Valencia de fecundas primaveras, 
de floridas almunias y arrozales, 
feliz quiero cantarte, como eras, 
domando a un ancho río en tus canales, 
al dios marino con tus albuferas, 
al centauro de amor con tus rosales

📚🎶💜 Rocafort Ciudad Machadiana

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Mercedes Sampietro interpreta “De Antonio Machado a Francisco Brines”

En Villa Amparo, y dentro del ciclo literario programado por la Generalitat Valenciana hasta final de año, el viernes, 28 de octubre de 2022, a las 19 h, podremos disfrutar de la interpretación que la actriz Mercedes Sampietro hace de poemas de Antonio Machado y de Francisco Brines, con el acompañamiento musical del violonchelista Alex Salabert.

📚🎶💜 Rocafort, ciudad Machadiana

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PROGRAMACIÓN LITERARIA EN VILLA AMPARO HASTA FINAL DE AÑO

Villa Amparo presenta toda la programación literaria con la que deleitarse hasta final de año.

Recitales, lecturas y conversaciones de poemas y muchas otras actividades más son las propuestas literarias que se desarrollarán a lo largo de lo que resta del mes de octubre y durante los meses de noviembre y diciembre de 2022 en la Casa de los Poetas.

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VISITAS MACHADIANAS

José Luis García Delgado


José Luis García Delgado es catedrático de Económia Aplicada de la Universidad Nebrija, habiéndolo sido antes de la de Oviedo y de la Complutense de Madrid. Ex rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (1995-2005).

Estudioso de la historia económica contemporánea de Europa y España. fundador de prestigiosas revistas de economía, posee numerosos premios y distinciones.

Raquel Marín es economista y se dedica a la gestión cultural y académica.

El día 30 de septiembre, acompañados por el ex conseller Vicent Soler, con el que comparten amistad, profesión y disciplina académica, y familiares, miembros del Consejo Sectorial Machadiano , fueron recibidos en el Ayuntamiento por la concejala de cultura, Julia Cañizares, impulsora Machadiana, que les obsequió con folletos informativos sobre la estancia del poeta en Rocafort. Les selló el pasaporte Machadiano que acredita su visita, agradeciéndoles el interés mostrado hacia nuestro pueblo.

Previamente habían visitado Villa Amparo. Apreciaron con emoción el hermoso lugar donde Machado residió durante dieciséis meses.

Todos expresaron su deseo de que continúe y se amplíe la programación para convertirse en un centro impulsor de la cultura y la poesía a nivel nacional.

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Machadianament, Marc Granell

Vicente Campos, rapsoda i Marc Granell, Premi de les lletres Valencianes

Marc Granell (València, 1953) és considerat un dels poetes valencians contemporanis més importants. La seua obra se situa a cavall dels segles XX i XXI i naix durant l’eclosió de l’anomenada generació poètica dels setanta. És un dels autors valencians més llegits i també dels més valorats per les generacions literàries posteriors, motiu pel qual ha rebut diversos homenatges i reconeixements.  L’octubre de 2020 va rebre el Premi de les Lletres Valencianes, guardonat per la Generalitat Valenciana amb motiu del Nou d’Octubre.

Hem aprofitat el recital conjunt amb poemes de Machado i Marc Granell, a càrrec de Vicent Camps, realitzat el 26 de setembre en en Vila Amparo dins del cicle de la Casa dels Poetes per a parlar amb ell de la seua relació amb Antonio Machado.

Podria explicar-nos el sentit de l’acte d’aquesta vesprada?

Fa uns anys, Vicent Camps i Lucho Roa em van dir que volien fer un recital amb poemes de Machado i poemes meus que he anat, al llarg de la meua vida, dedicant-li, i altres que he escrit, diguem, a la seua manera. De totes maneres, a mi tot això em ruboritza una mica, clar, encara que també em produïsca alegria. En un mateix recital, mesclar poemes de Machado i poemes meus em produeix molta vergonya però també  molta il·lusió. I a més, que en aquest cicle i en aquesta nova etapa de Villa Amparo compten amb mi és una gran satisfacció.

S’ha definit com un poeta machadià”. Que significa per a vosté i per a la seua obra Antonio Machado?

Fa 54 anys, quan vaig començar a escriure poesia, el meu pare em va comprar en la plaça Redona de València, en una edició d’Espasa Calpe, de la col·lecció Austral, un exemplar de “Poesias Completas” de Machado, i des de llavors ha sigut el meu poeta de referència. Per a mi és un exemple, és el meu poeta de capçalera. I això que quan jo vaig començar, en els anys 70, la meua generació, que era sobretot trencadora, no era res “machadiana”, més aviat al contrari. En realitat, si t’agradava Machado, es burlaven una mica de tu, però inevitablement jo era lector de Machado, de la seua prosa i de la seua poesia, tan perfectament escrita. Jo crec que l’aparent senzillesa de la seua poesia amaga un gran ofici poètic, una tècnica literària al servei de la claredat, que arriba a l’emoció i a l’intel·lecte al mateix temps: és una combinació poètica que jo he perseguit des de sempre. Ocorre el mateix amb el seu vessant més filosòfic, el de Juan de Mairena, una meravella de profunditat, d’humanitat.

Que sent en visitar Villa Amparo?

Una gran emoció. Hui és un dia molt especial i molt significatiu per a mi. Per a algú que es defineix machadià com jo, aquest lloc, en el qual he pensat molt, és molt especial. I ho va ser també en altres moments; com en algunes ocasions en les quals he vingut quan se celebrava algunes noces familiars i em demanaven que recitara algun poema. És, sobretot emocionant pensar en aquells dies de tant de sofriment en els quals Machado va viure en aquesta casa.

Segurament, el món que va conéixer Antonio Machado al final de la seua vida no donava molt de marge per a l’esperança. Ara sembla que també vivim temps de desesperança, una circumstància molt present en la seua poesia. Però fa quaranta anys, durant la seua joventut, es van viure moments en els quals es pensava que el món podria canviar. Això no dona peu per a pensar que arribara de nou un temps per a l’esperança?

En això confiem tots, en realitat en la història de la humanitat s’han alternat, possiblement, períodes d’esperança i de desesperança. La veritat és que jo sempre he sigut molt pessimista, i això, és veritat, s’ha reflectit en la meua poesia. Veig que la realitat actual m’està donant la raó i els meus amics que abans m’acusaven d’això, ara em donen la raó. Però mai se sap: afortunadament hi ha molta gent amb esperança, que lluita, que fa coses: el que passa és que quasi sempre guanyen els altres…

Vosté ha traduït, per exemple, Estellés al castellà. Creu que podria fer-se una operació semblant traduint alguns poemes de Machado al valencià?

Es podria fer, és una possibilitat lícita, però crec que en aquest cas no és, diguem, necessari. La possibilitat de traduir a qualsevol gran poeta a qualsevol llengua està ací, però al País Valencià tenim també el castellà com a llengua. Podria fer-se, per a traslladar al valencià els textos de Machado, però crec que  en realitat no és necessari. La veritat és que no m’ho he plantejat mai; a més és molt difícil. Jo soc traductor i conec la dificultat que això entranya: es treballa amb l’obra de grans poetes i cal tindre un gran respecte pels seus textos.

Sembla que hi ha una potent generació de joves poetes valencians i valencianes; els recomanaria que llegiren a Antonio Machado?

Sí, clar. Quan estic amb ells i elles, amb els quals tinc a més bastant tracte, sempre els recomane que lligen Antonio Machado. A més, sé que ho fan. Hi ha molts estils poètics actualment, moltes tendències. Hi ha un estil de poesia més compromesa, més de pensament, en la qual Machado és una referència fonamental. La gran virtut de Machado és que arriba al lector, des del cor, però també des de l’intel·lecte, a través d’una tècnica poètica molt elaborada. Lliges a Machado i sembla que no passa res. Això és el més difícil en poesia. De vegades, en la poesia “fosca”, que òbviament té poetes molt importants, es pot camuflar amb més facilitat poesia de menor qualitat tècnica o literària. A més, la poesia de Machado està ben arrelada en la cultura popular, ja que per la influència del seu pare i el seu avi, coneixia bé el folklore. D’altra banda, en uns temps d’una certa confusió com l’actual, el sentit comú de Machado és molt necessari, també entre els més joves.

Pel seu interés, reproduïm un poema dedicat a Antonio Machado.

Antonio Machado, en anar-se’n,

deixa un llum encès.

La infància és aquell sol que miraves

pondre’s ahir per última vegada.

Avui és la neu qui l’apaga els ulls tristos,

fatigats ja de tant encendre estrelles,

 la neu adulta, voraç, que engolia,

com si fossen de sucre,

amargs i febre els cossos que fugien

del musell llarg i atroç de la derrota.

No hi ha, però, neu ni hiena que apaguen

 el llum encès del gest i la paraula

que, com un sol infant i etern, deixares

penjat del cel immens de la memòria.

Marc Granell i Rodríguez,

Poesia completa 1976-2016 (p. 243-244)

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